La bodega submarina

Tres botellas de Ribeiro permanecerán sumergidas en el Aquarium hasta diciembre, para comprobar su maduración en las aguas del Atlántico.

 

La sala Nautilus del Aquarium Finisterrae es desde el pasado jueves, además de la vivienda de varios centenares de animales marinos, una bodega donde maduran tres botellas de Ribeiro procedentes de las viñas del viticultor Emilio Rojo.

 

Las botellas, que permanecen amarradas a diferentes alturas en una de las columnas de la piscina del Nautilus, serán retiradas en el mes de diciembre, y se comprobará cómo fue su proceso de envejecimiento en las frías aguas del Atlántico.

 

“Haremos una maridaje entre este excelente vino Ribeiro, de tierra adentro, con el agua del océano –explicó el director de los Museos Científicos, Xosé Antón Fraga–. No es la primera vez que se hace esta experiencia, pero si es la primera que hacemos en esta sala, y además con vino de Emilio Rojo, que es el viticultor más importante de Galicia”.

 

La parte final del experimento que comenzó el pasado jueves en el estanque de la Casa de los Peces, será en el mes de diciembre cuando los expertos analicen el resultado de la maduración del os caldos en aguas del Atlántico –que en el Nautilus permanecen a una temperatura constante de 14 grados– y lo comparen con otras 25 botellas que Rojo enterró en una mina de antracita.

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