¿Implica la catástrofe de Japón un déficit de fauna marinas?

La tragedia en Japón destruyó hasta el 20% de su flota pesquera, la mayor parte de la costa y puertos fueron arrastrados al océano y no se excluye la posibilidad de escasez de pescado en el país y el riesgo de contaminación radiactiva. Estos factores podrían conducir a un déficit mundial.

El posible esquema de contaminación

Actualmente, la radiación de la planta nuclear Fukushima-1 avanza al este hacia el océano Pacífico, una zona activa de pesca, y la amenaza de contaminación por radionúclidos realmente existe. Sin embargo, todo dependerá de la manera en que se mezcle el material radiactivo con las masas de agua.

 

“El océano Pacífico es el océano más grande y sólo se realizará un entierro natural en el fondo del piélago (mar abierto). Tomando en consideración el volumen tan enorme de la cuenca del océano, los desperdicios se depositarán en el fondo y prácticamente no causarán ningún daño”, indicó la asesora de la cátedra de aprovechamiento de los recursos naturales y seguridad ecológica de la Universidad Estatal de Administración de Moscú, Natalia Riazánova.

 

En otras palabras, la radiación se mezclará con el agua con poco o ningún efecto nocivo sobre el medioambiente. Pero en lugar de lluvias radioactivas, su concentración puede aumentar de manera significativa, y si un cardumen de peces está en ese punto, en ese momento se contaminará.

 

La situación con la radiación está bajo control

Al mismo tiempo, el jefe de la Agencia Federal de Pesca de Rusia, Andréi Kraini, señala que la situación actual no representa ningún riesgo de contaminación en el Oriente Lejano de Rusia.“El nivel de contaminación radiactiva en nuestra zona económica no ha aumentado”, especificó.

 

La Agencia Federal de Pesca de Rusia vigila atentamente la situación. Hasta el momento, los problemas en Japón no amenazan al salmón. “Los lugares de alimentación del salmón están muy lejos del lugar de la catástrofe, a cientos de kilómetros de Japón”, dijo Kraini.

 

Sin embargo, algunos restaurantes de Moscú se niegan a comprar pescado y mariscos japoneses provenientes de las aguas que puedan estar contaminadas por radiación. Japón representa el 10% de las importaciones en Rusia; se suministran anguila y otros productos para preparar sushi y sashimi.

 

Los propietarios de restaurantes tratan de encontrar proveedores en Indonesia y prometen no subir los precios.

 

Los Estados de Asia y Europa comenzaron a comprobar los alimentos importados de Japón para detectar radiación tras las explosiones en la planta de Fukushima-1. Corea del Sur, Indonesia, Tailandia, Malasia, Singapur y Filipinas controlan cuidadosamente los suministros de frutas, verduras, carnes y productos del mar de Japón.

 

Italia ha prohibido las importaciones de comestibles del país asiático que posean fecha de producción o envasado posterior al 11 de marzo, anunció el Ministro de Salud del país, Ferruccio Fazio.

 

La crisis alimentaria en Japón

En Japón, la situación con los productos alimenticios es bastante complicada y se interrumpieron los suministros de víveres. Se pronostica un enorme incremento de los precios de las verduras, y sobre todo del pescado, con una escasez de productos de un tercio, o sea, se abastece sólo un tercio de las verduras en los mercados y una cuarta parte del pescado.

 

Las colas para comprar alimentos se forman antes de la apertura de las tiendas. Se observa un gran déficit de artículos de primera necesidad como el arroz y cereales. La gente toma lo que queda en las estanterías. Los signos de la crisis alimentaria se sienten incluso en el centro de Tokio: no hay pan, leche, azúcar, sal ni agua.

 

Junto con la crisis alimentaria se está incubando una de energía: no hay gasolina. Para abastecerse de combustible, en Tokio hay que hacer cola por lo menos durante una hora y media, mientras que en otras regiones existe un límite a la venta: no más de 10 litros por persona.

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