En el puerto histórico de Ribadeo, investigadores del proyecto Argos han descubierto un escandallo náutico, datado entre los siglos XVI y XVII, considerado uno de los primeros de su tipo encontrados en Galicia. Este artefacto, era utilizado en la navegación para medir profundidades y analizar el tipo de fondo marino.
En el contexto de los estudios arqueológicos llevados a cabo en el puerto histórico de Ribadeo, el equipo del proyecto Argos ha hallado un escandallo náutico que se remonta a los siglos XVI y XVII. Este instrumento, que se utilizaba tradicionalmente para medir la profundidad y evaluar el tipo de fondo marino, es uno de los primeros de su clase identificados en Galicia, según el director del proyecto, David Fernández Abella. Actualmente, se encuentra bajo la consideración de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta, que decidirá las medidas necesarias para su conservación y posible exposición.
El descubrimiento ocurrió de forma inesperada durante una inmersión previa a la presentación de la exposición y el documental Memoria y Patrimonio Baixo a Ría, el 28 de septiembre en el Club Náutico de Ribadeo. La inmersión fue realizada en colaboración con el club de buceo Illa Pancha, presidido por Chema Sanjurjo, y tenía como objetivo la búsqueda de restos marinos. Fue durante esta inmersión en la zona de fondeo, ubicada entre el Cargadeiro y el puerto deportivo, que los buzos, quienes inicialmente buscaban restos de ballenas, encontraron el singular escandallo. La estructura del objeto, en principio confundida con un hueso, rápidamente llamó la atención del equipo al identificarlo como un artefacto náutico de época.
El escandallo, conocido en la navegación histórica por su utilidad en la determinación de profundidades y en la evaluación de los fondos marinos, desempeñaba un papel esencial para el anclaje seguro de embarcaciones, especialmente en zonas someras. “Este tipo de instrumentos se utilizaba conjuntamente con una línea de sondeo, o sondaleza, que se lanzaba por la borda. Una vez sumergido hasta el fondo, la distancia en la línea de sondeo permitía calcular la profundidad”, explica Fernández Abella. Además, en la base del escandallo se colocaba una pequeña cantidad de sebo u otra sustancia adhesiva que, al recobrar el artefacto, recogía restos del fondo, proporcionando información sobre su composición. Así, los navegantes no solo podían determinar la profundidad sino también conocer si la nave estaba bien anclada, evitando desplazamientos indeseados.
Ques es un escandallo? La pieza descubierta en Ribadeo es cónica, con una perforación en su parte superior que permite amarrarla al cabo y una oquedad en su base destinada a albergar el sebo. Fernández Abella estima que el escandallo mide alrededor de 30 centímetros y está hecho de plomo, un material frecuentemente utilizado en estos instrumentos debido a su resistencia y densidad, que facilita su uso en aguas poco profundas. Según el especialista, el escandallo podría clasificarse como un «escandallo de mano», destinado a maniobras en aguas someras, con un peso inferior a cinco kilos. Aunque el equipo de investigación se inclina por la conservación de la pieza in situ, queda a la espera de la decisión de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural, que deberá evaluar si es necesario extraerlo y depositarlo en un museo para evitar riesgos de deterioro o expolio.
En cumplimiento de la normativa, el equipo notificó el hallazgo a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta, que determinará las medidas a tomar. Dependiendo de la evaluación de riesgo, el escandallo podría ser extraído y conservado en un museo, especialmente si se considera que existen factores que comprometan su preservación en el lugar, como el riesgo de saqueo o el valor cultural único del objeto.
A falta de un estudio detallado que determine con precisión su origen, el equipo considera que el escandallo pertenece a la época moderna, probablemente de los siglos XVI o XVII, en base a piezas similares exhibidas en el Museo Naval de Madrid y al prolongado uso histórico de este tipo de herramientas de navegación, algunas de las cuales se emplearon hasta épocas contemporáneas. «Es un artefacto náutico peculiar y de gran relevancia histórica. No es único en la península, pero sí es de los primeros que se encuentra en Galicia», afirma Fernández Abella, resaltando la importancia del hallazgo.
La ubicación del escandallo, en una zona protegida desde 2011 debido a su valor arqueológico y patrimonial, también representa un entorno propicio para futuros descubrimientos. La carta arqueológica de la ría ha identificado el puerto histórico de Ribadeo como un fondeadero significativo, rodeado de restos de fauna, cerámica y otros elementos arrojados por la borda, así como lastre de antiguas embarcaciones. “Cada inmersión en esta área es una oportunidad de redescubrir nuestro patrimonio”, señala Fernández Abella. Aunque muchos de los hallazgos consisten en fragmentos de cerámica y otros objetos comunes, en ocasiones surgen piezas excepcionales como este escandallo, que recuerdan la rica historia marítima que la ría ha atesorado por siglos.
Este descubrimiento resalta la relevancia de la conservación del patrimonio sumergido, un legado que, aunque vulnerable a las condiciones ambientales, nos permite conectar con las técnicas, saberes y experiencias de la navegación en el pasado, acercándonos al conocimiento de la cultura marítima que ha caracterizado la costa gallega a lo largo de la historia.