A media tarde de este domingo, una llamada al 061 activó todas las alarmas. Se trataba de la voz de un hombre, José Antonio M. G., que daba cuenta de que había sufrido un percance en el mar, frente a Couso, en la costa de Ribeira, a consecuencia de que había volcado su lancha, Alicia 3ª, en la que estaba con su esposa, Mari Carmen M. P., de 56 años, que desapareció cuando trataban de llegar a tierra.
Según parece, el hombre practicaba pesca submarina, mientras su mujer permanecía a bordo y solamente él estaba equipado con traje de neopreno. A consecuencia de una ola, la pequeña embarcación deportiva volcó y el matrimonio, vecino de Cacheiras (Teo), acabó en el agua. La lancha quedó con la quilla al aire, y la pareja se agarró a la regala. Un testigo del rescate afirmó que el hombre declaró que incluso llegó a subirse al casco, para tratar de ver algún barco navegando por la zona con el fin de hacerle señales para que acudiera a su rescate, pero no avistó ninguno pese a encontrarse en una zona que generalmente registra bastante movimiento de embarcaciones deportivas.
Chapoteando
Al ver que no pasaba ningún barco, trataron de llegar a tierra agarrados a la lancha y chapoteando con los pies. Según declaró José Antonio M. G., estuvieron en el mar cerca de tres horas, y cuando vieron que se encontraban a una distancia de la costa a la que podían llegar a nado, se soltaron e intentaron alcanzarla, pero su esposa acabó hundiéndose, se supone que entumecida por la probable hipotermia a consecuencia del tiempo que llevaban metidos en el agua.
Al parecer, el marido aseguró a los equipos de rescate que trató de rescatar a su mujer, pero que le fue imposible, y que, acto seguido, nadó hasta llegar a tierra, donde salió corriendo para dar aviso del accidente, lo que hizo a través del teléfono de una casa.
Un dispositivo integrado por Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Gardacostas de Galicia, Salvamento Marítimo, Protección Civil y GAEM se puso en marcha, con efectivos rastreando por tierra y lanchas por el mar. Al poco de llegar a la zona, la embarcación Langosteira de Cruz Vermella do Mar de Ribeira vio el cuerpo entre aguas, que recuperó ayudándose de un bichero. Una vez a bordo, se le practicaron ejercicios de reanimación, pero fueron infructuosos.
La Voz de Galicia