Buque ruso ideado por japoneses podrá ahora ayudar a descontaminar sus aguas radioactivas

La flota rusa dispone de un navío que no responde al sentido propio de la palabra pues no puede navegar por sí mismo; debe ser arrastrado por remolcadores.Además, ni siquiera tiene un capitán.

 

El único viaje que este transporte había realizado hasta ahora tuvo lugar a finales de los 90, momento cuando lo transportaron desde el astillero donde lo construyeron. A pesar de no ser un barco convencional y autónomo, dispone de una cualidad que lo hace único en Rusia: purifica el agua contaminada por radiación. En 24 horas es capaz de desactivar un cambio radical, en la situación actual incluso un granito de arena sería de una gran utilidad.

Dmitri Lobánov, jefe del Departamento de Tratamiento de Desechos Radiactivos, detalló las peculiaridades del buque.

 

“Tiene casco y fondo dobles. La instalación se encuentra en una vasija de hormigón por lo tanto la radiación no se propaga fuera del barco. Lo que queda al final son agua destilada y envases con desechos radiactivos sólidos cementados”.

 

En breve, esta embarcación podría ser enviada a Japón para ayudar a paliar las consecuencias del accidente en la planta de Fukushima. Por ironía del destino, fueron los propios nipones quienes propusieron construirlo en el año 2000. A los habitantes del país del Sol Naciente les preocupaba el elevado nivel de contaminación del océano en las cercanías de la ciudad de Vladivostok, donde en aquel momento estaban remolcados docenas de submarinos atómicos que esperaban su reciclaje.

 

Sin embargo, ahora algunos expertos dudan de que este barco pueda ser realmente útil en el lugar del accidente ya que, según se estima, la cantidad de agua radiactiva acumulada en la central supera dos veces la que el “Lirio de los Valles” destiló en 10 años.

 

Anatoli Zajárichev, el director del departamento de proyectos de la corporación estatal “Rosatom” aclaró a RT otros problemas que puede afrontar el barco: “No conocemos la dinámica del proceso ni la composición radionúclida del agua. Puede que el barco no sea apropiado para tratar los desechos que hay ahí.”

 

Mientras en el Lejano Oriente ruso los especialistas no detectan un aumento de los niveles de radiación, residuos de Fukushima fueron registrados por los científicos en China, Corea del Sur, Estados Unidos, Gran Bretaña y varios países de Europa. La cantidad de partículas radiactivas descubiertas es efectivamente pequeña para presentar peligro, pero sería insensato desatender medidas de seguridad.

 

Andréi Bushmanov, catedrático, vicedirector del centro federal de biofísica de Burniazán, explica: “No hay departamentos que nos hayan entregado datos sobre la elevada concentración de sustancias radiactivas tanto en el suelo, como en el agua y el aire atmosférico. Todo está relativamente tranquilo. Pero se necesita un control y toma de mediciones.”

 

El buque necesitaría unos 5 días para llegar hasta las aguas cerca de Fukushima. Y aunque es posible que su aporte no permita obtener un cambio radical, en la situación actual incluso un granito de arena sería de una gran utilidad.

 

Fuente: Escafandra

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