Buzos de la Armada hallan restos de un pecio del siglo XVIII en Viveiro

Buzos de la Armada hallan restos de un pecio del siglo XVIII en Viveiro

Historias de naufragios y piratas aúllan desde las costas de A Mariña. Entre las mayores tragedias de la Armada española, destaca la protagonizada por la fragata Santa María Magdalena y el bergantín Palomo. Se encontraban fondeados en la ría de Viveiro, la madrugada del 2 de noviembre de 1810. De fondo, sonaban los cañones de la Guerra de la Independencia. Pero los buques perecieron bajo el impacto de un temporal, con casi 800 marinos fallecidos. Esta ría se encuentra alfombrada por decenas de pecios o buques naufragados. Y ayer se hacía público el descubrimiento de los restos de un navío hundido del siglo XVIII, de identidad desconocida y en el entorno de la isla de Area. El hallazgo se logró gracias a los buzos de la Armada, con base en la Estación Naval de A Graña (Ferrol).

Algunos restos de aquella fragata Magdalena, como cañones o monedas, se exponen tanto en Viveiro como en el Museo Naval de Ferrol. El buque se construyó en 1773 en los ferrolanos y Reales Astilleros de Esteiro, montado con 38 cañones. Aquel navío fue expoliado durante años tras el desastre. Y tanto su estructura como la del Palomoquedaron enterrados por las mareas. Pero desde el siglo XVII hasta el XIX numerosas embarcaciones han perecido ante estas costas de Lugo. Todavía en 2008 se descubría en Xove una nave flamenca, hundida en el siglo XVI. En el último hallazgo de Viveiro, los buceadores de la Armada ya investigan estos nuevos restos arqueológicos. Esta Unidad de Buceo de Ferrol (Ubufer) opera bajo el Mando de las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima (Marfer).

En la inmersión, ya han sido identificadas tres piezas de artillería de hierro, palanquetas, restos de cerámica y otros enseres, Según indica la propia Armada en un comunicado, aparecen «cubiertos de concreciones submarinas originadas por el paso del tiempo en el fondo del mar». Las labores se han realizado en colaboración con el Servicio Arqueolóxico da Xunta de Galicia. Y según indica la Armada, los buzos «se han sumergido en aguas próximas a la Isla de Area, para llevar a cabo la búsqueda de nuevos restos arqueológicos que podían pertenecer a un buque de finales del siglo XVIII».

Esta nueva aventura se inició gracias a un buceador deportivo de la zona, que a principios de este mes de febrero avisó a las autoridades sobre la presencia de estos restos en la zona. Como responsable del registro y protección del patrimonio arqueológico sumergido, la Armada movilizó a un equipo de la Unidad de Buceo de Ferrol «para realizar la correcta identificación del lugar y de los restos».

El dispositivo consistió en el despliegue de una embarcación semirígida de la Marina en los muelles de Viveiro, con un camión con material de buceo. Navegó hacia la ensenada de la Isla de Area, con los buzos militares y el arqueólogo submarino contratado por la Xunta. Como indica la Armada, «se trata de Miguel San Claudio Santa Cruz, gran conocedor de restos arqueológicos, experto en el abundante y rico patrimonio sumergido en aguas del litoral gallego».

Las Guerras Napoleónicas

Todavía en 2011 quedaban seis pecios sin estudiar en el exterior de la ría de Viveiro. por esta costa se hundieron buques de las guerras napoleónicas, como aquella expedición cántabra que intentaba liberar Santoña del invasor francés. Todavía en una campaña de la Xunta en 2011, se descubrían anforetas, pipas de caolín y hasta una pistola.

En cuanto al último hallazgo, insiste la Armada en que «no se tiene constancia exacta de la naturaleza y pertenencia de los restos, su identificación encierra múltiples dificultades por la ausencia de datos y el paso del tiempo en el material sumergido». Solamente cuando se cataloguen y estudien por los arqueólogos, «se podría indagar sobre la época a la que pertenece y sobre su posible origen».

Las Unidades de Buceo de la Armada realizan desde el mantenimiento a flote de los buques, hasta la protección del patrimonio arqueológico, o la desactivación de explosivos y la búsqueda en salvamento y rescate.

El Correo Gallego

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